El proyecto hace parte de las políticas de la alcaldía de Santa Marta y de la Fundación Carulla para mejorar las condiciones educativas y alimenticias de las comunidades desplazadas del campo por la violencia y asentadas en la periferia de la ciudad, tiene como objetivo el desarrollo de infraestructuras para mejorar las condiciones de la primera infancia en barrios de bajos recursos para la población más vulnerable entre 0 a 5 años de edad , zonas caracterizadas por la violencia y la ausencia de infraestructuras públicas.
Más que una arquitectura acabada y cerrada planteamos el desarrollo de un sistema abierto y adaptativo ; compuesto por módulos en flor ; estos son capaces adaptarse a las más diversas situaciones, ya sean topográficas, urbanas o programáticas; lo que genera edificios dispuestos a crecer , cambiar y adaptarse según circunstancias particulares o temporales , una estrategia que admite cambios, accidentes e intercambiabilidades, pensadas más como un método que como una forma permanente y solo existen en virtud de su capacidad de cambio . La configuración espacial parte del entendimiento de la filosofía pedagógica de Loris Malaguzzi, de la cual nace la idea de crear un elemento que sugiera 3 centralidades relacionadas entre sí, y que provoquen una serie de situaciones y experiencias entre los niños, los educadores y la familia.