El Museo de Arte Moderno de Barranquilla se erige como un edificio que participa de la configuración del parque cultural del Caribe y de la transformación urbana a través de un eje cultural dinamizador de la ciudad. La apertura del edificio al espacio público permite el acercamiento al patrimonio cultural del país y el disfrute por parte de todos los ciudadanos, además de la conexión con el museo del Caribe a través de una plaza que se convertirá en un gran espacio activo que invita a la apropiación del Parque Cultural del Caribe y acoge el museo como parte de la ciudad.

Este proyecto surge ante la necesidad de tener un espacio donde se disfrute y aprenda del arte moderno y un recorrido cultural. Asimismo, existe la necesidad de tener un espacio adecuado para exponer el gran mural de Alejandro Obregón. Se concibe como un lugar con espacios flexibles, recorridos dinámicos, nuevas formas de aprendizaje y experiencias para disfrutar del arte y la cultura, formando parte de un espacio cultural de la ciudad. El museo se plantea como un lugar vivo que se puede recorrer y activar de diferentes maneras por los usuarios. Así mismo se establece una manera de usar el edificio posibilitando su alquiler para eventos privados ayudando a la financiación y sostenibilidad del proyecto en el tiempo.