Desde su surgimiento los museos han jugado un rol central en la vida de la ciudad. Son parte de la memoria colectiva de la comunidad y las bases del elemento emocional de los residentes. Nuestro acercamiento de diseño reconoce el rol vital que estas anclas emocionales y físicas han tenido en la historia. Creemos que hoy en día el museo tiene que proveer una imagen placentera y perdurable para la comunidad, mientras mejora la experiencia para las personas locales y los visitantes, uno que no solo mejora la distribución de los programas tradicionales del museo sino que facilitan la aparición de nuevas actividades y eventos en los próximos años.
El edificio aprenderá a ser Museo, a ser un centro cultural, los usuarios aprenderán a construir relaciones y la ciudad aprenderá de un nuevo icono. Es ahora la oportunidad para un edificio que explora los espacios en donde las relaciones entre arquitectura y arte pueden generar nuevos comportamiento entre las personas, las prácticas de arte y las formas en las que interactúa la ciudad y el espacio público.