Proponer una nueva facultad de ciencias en el Campus de la Universidad Javeriana significa la creación de un edificio que exprese la interacción entre el ámbito académico docente y el ámbito de la investigación. Un edificio que debe representar el papel que la universidad de hoy quiere en la sociedad.

El proyecto tiene un marcado carácter público por su implantación estratégica sobre la carrera séptima, donde además, está previsto incorporar el Transmilenio y ubicar una parada al frente del lote.

La estrategia urbana del proyecto aprovecha esta condición para generar un nuevo e importante acceso al campus de la Pontificia Universidad Javeriana mediante una gran escalinata pública, que además sirve como lugar donde eventos universitarios y vida urbana se encuentran.

La formalización arquitectónica debe comunicar la singularidad de este programa, potenciando la visibilidad del mundo científico y los laboratorios. Una solución que enmascarara la naturaleza de las acciones en el interior de la facultad estaría ocultando a los ojos de la sociedad su carácter más innovador, investigador y diferenciador dentro de la colección de edificios del campus.

Por todo ello proponemos un edificio que, por una parte, resuelve con naturalidad las distintas necesidades funcionales y organizativas solicitadas, y por otra, crea vínculos entre la universidad, la investigación y el resto de la sociedad, la puesta en valor de una sociedad del conocimiento donde se incentivan los intercambios entre investigación académica y profesional. Proponemos una infraestructura que favorezca las sinergias potenciales entre las diferentes comunidades que la habiten.

Se da una conciliación entre el proyecto y su contexto urbano y universitario, para estrechar los lazos entre usuarios, edificios y ciudad.

Con este propósito, la identidad espacial del edificio se organiza con un marcado carácter urbano, donde en tres cuerpos que organizan el programa académico docente, el investigador, y el administrativo, todo ello conectado y vinculado al resto del campus y a la vida urbana de la carrera séptima a través de un gran espacio público de transición y esparcimiento.

Entre ambos, se suceden una serie de conexiones que a modo de tubos de ensayo contienen espacios intermedios de carácter colectivo donde tienen lugar todas las circulaciones. Estos tubos de ensayo no sólo son la representación de las transferencias eficaces entre un lado y otro, sino los contenedores donde estas interacciones tienen lugar.