El edificio que proponemos constituye un nuevo mapa o territorio, una nueva geografía derivada del encuentro entre Colombia y España. Pretende reflejar este encuentro con una arquitectura de relaciones, figura de la mezcla de propiedades físicas y atmosféricas capitalinas, con el intercambio de actividades culturales hispanoamericanas. De esta manera el nuevo centro de cultura se origina en la creación de un relieve que pretende amplificar la conexión entre geografía y culturas-, con la trama social, urbana y paisajística de Bogotá, restituyendo y extendiendo con su relieve el espacio público y la vida de la ciudad.
Para esto el edificio propuesto funciona como pieza exenta, un perímetro completo de relaciones que vincula sus cuatro costados y cubierta con la ciudad, donde el primer nivel es un amplio vestíbulo semipúblico y la cubierta una terraza jardín que reemplaza el suelo privado anterior con un mirador público.

El objetivo de construir un nuevo terreno o mapa del intercambio y la mezcla entre la cultura española y la colombiana, nos ha llevado a vincular un número importante de intereses para el edificio que hemos asociado a materiales. El nuevo mapa se da por la combinación de las propiedades de esos materiales que lógicamente tienen responsabilidades particulares. Por ejemplo, las plantas trepadoras que configuran la terraza jardín, vinculan el debate sobre la responsabilidad ecológica que debe ejecutar cualquier edificación pública. Aportan medioambiental para el ecosistema de la sabana de Bogotá. Constituyen un mirador público e introducen en el edificio la geografía local.

El edificio pretende darle continuidad a la vida pública del Eje ambiental y de la 19 a dos niveles: la terraza del Centro de cultura se pliega mediante rampa-pasarela para extender el espacio público del paseo urbano. Este costado del edificio anuncia de manera soslayada lo que contendrá el Centro de cultura. En cambio sobre la 19 se hacen evidentes todos los niveles de relaciones que propone el edificio a la ciudad: La sala interior de actividades ensancha los intercambios sociales y urbanos; el segundo nivel informa en gran formato lo que sucede y lo que se vincula en el Centro cultural; la cubierta se articula como terraza jardín y lucernarios al paisaje de la ciudad y sus cerros, en el día y en la noche.