El proyecto toma su forma de un sistema coralino, no como metáfora del mismo sino como estructura de orden que posee una inteligencia organizativa. Esto permite que el proyecto actúe y crezca igual que los “corales”, los cuales están compuestos por pólipos que son estructuras autónomas y que por sumatoria construyen lo que denominamos un coral y por ende los arrecifes coralinos los cuales forman el hogar de muchos organismos marinos. Esta estructura de orden es lo que nos interesa para la construcción de un proyecto compuesto por piezas (anillos) lo que le permite crecer en el tiempo construyendo una totalidad ordenada, y que a su vez posibilita la aparición de ecosistemas, acogiendo vida vegetal y animal en su interior.

El lugar se plantea como un gran jardín botánico que se debe relacionar a través de corredores verdes urbanos, los ecosistemas de montaña y de borde de mar para de esta forma desarrollar una restauración ecológica de las especies nativas del bosque seco tropical, actualmente en peligro de extinción.